Sitios Arqueológicos

Chacchobén

A sólo 70 km de Chetumal, Chacchobén surgió como una pequeña aldea aproximadamente en el año 200 a. C., sin embargo, actualmente es considerada como unos de los mayores asentamientos del área conocida como “Región de los Lagos''. Su nombre hace alusión al “maíz colorado”.

Los restos del complejo arqueológico cubren aproximadamente 6 kilómetros cuadrados. Entre las estructuras más sobresalesalientes están los conjuntos denominados como el Gran Basamento, Las Vías y el Grupo II, el cual incluye al edificio de mayor altura.

Además de maravillarte con la antigua arquitectura maya, el paisaje seguro te robará el aliento, ya que se pueden observar diversos tipos de aves como tucanes y aves conoras.

Kohunlich

Su antiguo nombre se desconoce. La palabra “Kohunlich” es el resultado de una transcripción fonética de su nombre en inglés (Cohoon Ridge) que significa lomerío de corozos, que es una especie de palmera.

Localizado a 70 km de Chetumal, es una fascinante zona arqueológica tanto por su historia como por sus edificios y la belleza natural que la enmarca. Sus orígenes datan del año 200 a.C., aunque la mayoría de las estructuras fueron erigidas en el periodo Clásico Temprano entre los años 250 y 600 d.C.

El Templo de los Mascarones es la estructura más representativa de este sitio arqueológico. Su basamento piramidal ostentaba originalmente a los lados de su escalinata principal ocho grandes máscaras de las cuales ahora sobreviven cinco. Se cree que estos mascarones representaban al dios solar Kinich Ahau. Hoy en día aún se puede observar parte del estuco y del pigmento rojo que los recubría originalmente. Kohunlich está conformado por ocho conjuntos arquitectónicos de carácter ceremonial y residencial, dentro de los que se destacan: la Acrópolis, la Plaza de las Estelas, el Conjunto Pixa’an y los 27 Escalones, dos complejos que se cree que sirvieron como áreas residenciales de los dirigentes locales. Se calcula que aproximadamente 200 estructuras permanecen aún cubiertas por la vegetación.

Dzibanché

Fundado como una aldea agrícola en el año 200 a.C., este sitio arqueológico se extiende a lo largo de 40 kilómetros cuadrados, siendo uno de los más grandes y de mayor importancia del sur del Caribe Mexicano. En su apogeo debió haber competido en dimensiones y por poder político con sitios como el imponente sitio de Calakmul, que se ubica en el vecino estado de Campeche.

“Dzibanché” es el nombre que Thomas Gann (médico militar y arqueólogo amateur inglés) le asignó durante su visita en 1927 para referirse en maya a la “escritura en madera”, haciendo alusión a los dinteles de madera tallada que se encontraron en el Templo del Edificio VI y que fueron retirados para garantizar su conservación.

El sitio consta de cuatro grupos arquitectónicos: Dzibanché, Tutil, Lamay y por último, Kinichná. En el Grupo Principal, sobresalen los edificios Templo del Búho, Templo de los Cormoranes, el Templo de los Cautivos y el Templo de los Dinteles.

En el Templo de los Cautivos se hallaron textos jeroglíficos grabados y algunas ofrendas en las cámaras funerarias, lo cual muestra que Dzibanché estuvo involucrado en la conquista de varios pueblos mayas.

Kinichná

Dos kilómetros al norte del asentamiento de Dzibanché se encuentra el conjunto de Kinichná, que significa “Casa del Sol'', nombre que le dieron los investigadores que descubrieron el sitio. Dzibanché-Kinichná corresponde a un conjunto de complejos vinculados no sólo por la historia en común sino también por el estilo de arquitectura que comparten y por estar unidos a través de sacbeoob (caminos blancos) que unen a los complejos.

Kinichná se distingue por la construcción de una monumental Acrópolis de tres niveles integrada con una serie de edificios bajos alrededor de una plaza, los cuales se cree que funcionaron como plataformas para templos menores. Este templo conserva en su exterior restos de frisos hechos con estuco que ostentan motivos solares. Ahí fue donde se encontraron importantes ofrendas con objetos de jade.

Oxtankah

Su nombre se presta a tres interpretaciones: “en medio de tres pueblos”, “tres barrios” o “lugar rodeado por ramones”, que son un árbol de la zona.

Es el sitio prehispánico más grande e importante de la Bahía de Chetumal. Se dice que surgió y alcanzó su apogeo durante el periodo Clásico de la cultura maya (250-600 d.C.), cuando los grupos dirigentes de Oxtankah fungieron como rectores de las poblaciones cercanas. La ciudad maya tuvo tanto poder que se extendió hasta rebasar los límites de la costa, incorporando a su territorio la hermosa isla Tamalcab.

Este asentamiento comprendía diez plazas y dos patios hundidos delimitados por edificios, más de treinta estructuras separadas y un cenote. Las estructuras se encuentran agrupadas en torno a dos plazas llamadas “de las Abejas” y “de las Columnas''. En la primera plaza se destaca el edificio IV que conserva en la cima los restos de lo que pareciera ser un laberinto sagrado. En la segunda plaza destacan una empinada pirámide y los restos de una edificación que parece haber sido un palacio.

A la llegada de los españoles, Oxtankah tenía unos 400 años de haber sido abandonada. En la zona también se encuentra el vestigio de una capilla que se cree fue construida por el conquistador Alonso de Ávila en 1531; además de un museo que alberga algunas reproducciones de piezas de cerámica halladas en este lugar, así como dibujos de las construcciones y algunos mapas.